dilluns, 8 d’octubre del 2012

Participación en las 10ª Jornadas Integrales. La controversia del SAP.

Me han invitado a participar en las 10ªJornadas Integrales dedicadas al pensamiento de Ken Wilber. Serán el 19 y 20 de octubre en la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III (Mº de Ciencia Tecnología e Innovación). Las jornadas contarán con la presencia de Don Beck, co-autor de la Dinámica Espiral
Adjunto el título de mi ponencia y un breve resumen de la misma:

LA CONTROVERSIA SOBRE EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP) DESDE EL MODELO INTEGRAL.


El Síndrome de Alienación Parental se define como “el resultado de un proceso, despues de un divorcio, por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos con el objeto de obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor”. Muchos investigadores lo han calificado una una forma grave de maltrato psíquico infantil a la luz de las devastadoras consecuencias que constatan en esos infantes cuando se hacen adultos. Por eso reclaman que las leyes recojan esta forma específica de maltrato para proteger mejor a los menores.
Por otro lado, asociaciones feministas han denunciado la formulación del síndrome como “un modo más de violencia contra las mujeres”, fruto de una reacción neo-machista (backlash) ante sus avances, que trata de descalificarlas como madres. Esto ha llevado al CGPJ, al Congreso y al antiguo Ministerio del Igualdad a recomendar su prohibición en los juzgados cuando una parte lo invoque para denunciar maltrato infantil y pérdida de contacto con sus hijos, puesto que tal síndrome “no existe” científicamente.
Si aplicamos el modelo Integral a las dos posiciones de esta controversia, que de momento no han logrado alcanzar un lugar de consenso, vemos como los defensores del SAP se mueven en los parámetros clásicos de la modernidad, donde se considera la ciencia como algo objetivo (vMeme naranja). Los argumentos de los detractores del SAP se situan dentro de los parámetros de la postmodernidad (vMeme verde), que mantiene que el mundo no es una percepción sino sólo una interpretación, es decir que la ciencia no se adapta a los hechos reales –el mito de lo dado- sino que impone sus paradigmas sobre el mundo. Y dado que los hechos independientes no existen (sólo existen las interpretaciones), la ciencia se halla al servicio de algún tipo de poder o ideología: sexismo, racismo, imperialismo, etnocentrismo, etc. Desde ahí construyen su crítica al SAP aplicando los valores propios del vMeme verde, con todas sus virtudes y también los defectos que ha señalado Ken Wilber en su obra como son la confusión entre narcisismo y política.
El modelo Integral nos permite valorar ambas posiciones desde su respectiva altura (naranja y verde) y puede recoger lo mejor de ambas para que tanto los derechos de las mujeres como madres (y también los padres, añadimos nosotros) como el derecho del menor a su integridad psíquica se vean igualmente valorados y defendidos. Este modelo nos permite deslindar álgunas de las patologías propias del vMeme Verde como el relativismo gnoseológico o la regresión etnocéntrica de raigambre narcisista que exhiben algunos grupos, para conservar así sus valiosas aportaciones a los Derechos Humanos y contribuir mejor a su defensa.