Hace tiempo me bajé por internet esta conferencia [aquí está en audio] del antropólogo Josep Maria Fericla y mientras la escuchaba tomé unas notas manuscritas que ahora mecanografío. No se trata de una transcripción fiel de la conferencia sino de unos apuntes tomados apresuradamente que quizás no reflejen completamente lo dicho en la conferencia.
Éste es un tema conflictivo. Las mujeres son más complicadas que los hombres. Cuando un hombre se pelea con una mujer el hombre pierde, siempre.
Las mujeres lleváis EL SER con vosotras, ya lo tenéis. El hombre no, los hombres no tenemos la conexión con la vida, por eso tenemos que salir a fuera a encontrarlo, tenemos que luchar por él para tenerlo.
Hay un patrón que se repite en todas las culturas, sean del norte o del sur: la doncella se queda en el castillo (el castillo simboliza EL SER), y el hombre debe salir a ganarse la conexión con el ser.
Esto se puede ver en una de nuestras tradiciones más enraizadas: EL BELÉN. Siempre tienen que estar el niño Jesús, María, la mula y el buey. Y si te acuerdas, entonces pones a San José. Éste es prescindible. Hay que aceptar este hecho sin problema: las mujeres llevan la conexión con el ser, llevan consigo la vida. Incluso hoy en día, con las técnicas de reproducción asistida las mujeres se pueden reproducir sin un hombre, que es algo lejano.
En todas las culturas, cuando el caballero sale a ganarse el Ser, el hombre es un guerrero. El caballero, cuando sale a luchar contra el mal, siempre acaba herido. Hasta que no se cura no sana el reino. En el Rey Pescador el remedio para sanar al rey herido es el Santo Grial: éste simboliza la conexión con el Ser Interno, que es lo que da sentido a la vida.
El Rey Pescador tiene una herida que ni sana ni lo acaba de matar. Ésta es la situación hoy en día de los hombres y las mujeres en la calle: ni nos deja vivir ni nos acaba de matar. Esta es la imagen de la neurosis.
Las mujeres ya estáis en el castillo. Nunca me he encontrado con un hombre que diga “me siento satisfecho con mi mujer, me entiende completamente”. Tampoco me he encontrado con ninguna mujer que se sienta entendida, complementada y comprendida por su esposo.
En la relación con el otro no se trata de entender (porque por debajo lo que suele haber es un intento de manipular y controlar), lo fundamental es ACEPTAR, a pesar de que no lo entiendas, de que no lo puedas prevenir ni controlar. Se trata de aceptarnos tal como somos.
Hace años realicé un estudio. Las mujeres detentan el poder, y los hombres la autoridad. Si esto se entiende se diluyen muchos de los conflictos. La autoridad es algo simbólico. El poder es una cuestión fáctica: tomar decisiones y que éstas se ejecuten, se tenga la autoridad o no se tenga.
De ahí que cuando la autoridad no se conquista legítimamente no se tenga poder. Es el caso de nuestros gobernantes, tanto en Catalunya, en España o en Europa. Hoy en día el poder lo tienen los bancos, y los políticos que tienen la autoridad los obedecen.
Transculturalmente he visto que las mujeres detentan el poder y los hombres la autoridad en todas las sociedades. Así hay un equilibrio.
La autoridad en una cuestión simbólica. Cada sociedad tiene sus símbolos para indicar quien tiene autoridad.
Los Shuar –también conocidos como Jívaros, aunque para ellos es un término despectivo- parecen un pueblo muy machista. Pero cuando hay que tomar una decisión las mujeres están al acecho escuchando, y es ella la que da el permiso. A veces se confunde el poder y la autoridad. El gobierno tiene la autoridad, pero los que mandan (poder) son las empresas.
Feminidad y masculinidad no son lo mismo que machismo y feminismo. Una cosa es la ideología y otra la identidad. Feminismo es ideología. Feminidad es identidad.
Es curioso que cuando se habla de “ideología de género” siempre se entienda “feminismo”, y que cuando se hable de “sexismo” implícitamente se entienda “machismo”.
¿El sexismo es igual al machismo? Sexismo es la preponderancia de un sexo sobre otro, pero en general se hace esta equiparación. En nuestra sociedad –sobre todo mediterránea- hay un matriarcado cruel tan preponderante que ni siquiera se percibe.
He aquí un póster que dice “Cuando maltratas a una mujer dejas de ser hombre”. No dice “si maltratas a una mujer...”. Da por supuesto que todos los hombres maltratamos. ¿Quien está detrás de todo esto?
Hay un sesgo intelectual que iguala sexismo a machismo, incluso en trabajos académicos se habla de “sexismo hostil” –SH- y “sexismo benévolo” –SB-. Ninguna voz se alza contra estas campañas de igualdad. Aquí hay un póster que vi en el aeropuerto donde un niño le dice a papá que no maltrate a mamá...
El “feminismo” lo define la sociedad. No es lo mismo ahora que en los años 60. En cambio la feminidad es algo perenne. Los factores que la definen son los mismos en todas las culturas.
¿Hay objetividad en lo viril? Sí. Y también en lo femenino. Hay factores que permiten objetivar lo masculino y lo femenino, pero no como ideología sino como identidad. La ideología no me interesa.
Por ejemplo, los hombres y mujeres tienen cerebros diferentes, y cuerpos diferentes. Esto es algo objetivo. Las extremidades son más grandes en los hombres. Los hombres somos el sexo más extremo, la campana de Gauss es más suave en las mujeres.
Un ser humano no nace azarosamente hombre o mujer. El nacimiento de un niño no sólo depende del azar en mamíferos. En estudios de laboratorio se ha visto que en contextos estresantes nacen más hembras. La madre, dentro de su rango. Determina el sexo de la camada. En los humanos, en guerras, en postguerras, en mujeres de edad avanzada, tienen más hijos varones. Hay muchos textos antiguos que daban indicaciones de cómo tener hijos varones.
Todo hombre, como todo mamífero, busca lo mismo: triunfar para alcanzar una mujer Lo peor para un hombre es el rechazo de la mujer. Peor aún si le hace burla por haber tratado de seducirla. Ellas ya nos ven venir, porque todos los hombres pensamos en lo mismo: buscar la aceptación de la mujer. Esto se sabe en psicología profunda; alcoholismo, adicciones, conductas compulsivas, lo que hay debajo es la necesidad para un hombre de que una mujer lo apruebe, empezando por la madre. Para los hombres es fundamental que al menos una mujer los acepte y los apruebe.
Los machos somos prescindibles. Pero esto mismo nos hace muy útiles. La reproducción se puede hacer con pocos machos. En todos los mamíferos superiores hay unas siete hembras por macho, más o menos. Con esto es suficiente. ¿Como es que hay tantos hombres, pues?
La especie humana tiene mucho desgaste, mas que los otros mamíferos. Nos hemos expandido por toda la tierra, hay muchos peligros. Los hombres somos el sexo desgaste: son los que van a la guerra, a los trabajos peligrosos. La naturaleza nos crea para que nos desgastemos en situaciones extremas. No somos imprescindibles para la reproducción pero sí somos prescindibles para el peligro, de ahí nuestra utilidad.
Las culturas han definido lo masculino y lo femenino. Cada cultura esto lo aplica de una forma concreta, aunque en todas culturas la autoridad es de los hombres y el poder de las mujeres.
Hay estudios que dicen que los países más masculinos, hombres y mujeres son masculinos, no hay más maltrato a las mujeres, el maltrato es a lo femenino. La India es muy femenina; los hombres no son afeminados, solo que la masculinidad está denostada. No es que las mujeres maltraten a los hombres ahí.
He viajado mucho por el mundo y no he visto lugar donde las mujeres maltraten más a los hombres que en el País Vasco. Sin embargo ahí las feministas se quejan del maltrato y del machismo de los hombres. Los hombres ahí son muy maltratados, no me extraña que se refugien en los txocos (restaurantes para hombres). Hellinger dice que cuando el hombre busca la paz del hogar se va al bar
Características de lo femenino
- El complejo materno, arquetipo de la gran madre (Jung). Lo que conecta con la vida
- Percepción de la tierra, conexión con la tierra. Pachamama para los indios, Gea para los griegos
- Receptividad. Por eso lo femenino puede ser fecundado: por ideas, espermatozoides... Las feministas lo denostaron porque confundieron receptividad por pasividad y se negaban a ser receptivas. Ahora escuchando esta conferencia, hombres y mujeres, estáis receptivos, estáis en lo femenino
- Ceder. En las sociedades femeninas hay menos conflictos. En la India no han luchado por sus derechos (contra los marahás y opresores), por eso la no-violencia también salió de allá.
- Húmedo, fresco, retraído.
- Creatividad. Los artistas hombres creativos, como dice la imagen estereotipada, son afeminados. También inestable y conservador
- Lo femenino se caracteriza por la intuición. La intuición es la captación directa de la realidad. Esto en nuestra sociedad se considera casi una superstición.
- Dominio de las emociones. Por ejemplo, en la familia quien las gestiona es la mamá.
- Actuar como elemento de unión entre colectivos. Gestionar las relaciones interpersonales. Actitud conciliadora.
- Es atractivo. Forma parte de lo femenino atraer lo masculino. Formas curvas.
- Lo femenino tiene que seguir lo masculino. Y lo masculino debe servir a lo femenino
Atributos de lo masculino
- Poner límites: a las relaciones, a las realidades. Esto no es lo mismo que autoritarismo, no hay que confundirlo.
- Discriminar. Poner estructura. “Esto es mío, esto es tuyo”
- Abstracción. Logos es determinar, poner límites.
- Valentía para ganar territorio y fijar límites
- Tomar decisiones. Cuando una mujer toma una decisión lo hace desde su parte masculina. Es lo mismo que cuando un hombre es creativo lo hace desde su parte femenina. Lo receptivo también es femenino, cuando un hombre es receptivo lo hace desde su parte femenina.
- Espiritualidad. Se trata de entrar en un territorio desconocido. Las místicas lo hacen desde su parte masculina.
- Dar sentido a acciones e ideas.
- Principio de objetividad
- Proteger y dar estabilidad a lo femenino (que es inestable y curvo)
- Competitividad, agresividad (tienen más masa muscular)
- Crear individualidad (lo femenino crea colectividad)
- Afirmativo, extravertido (lo femenino es introvertido)
- El dios Eros era masculino. El despertar la apetencia sexual no es lo mismo que la atracción, es la excitación erótica
- Lo masculino sirve a lo femenino y abre espacios
Contestaciones al público en el turno de palabras
Eros despierta la apetencia sexual, porque las mujeres nos resultan atractivas. Pero ella es la que dice sí o no.
Los ancianos de la tribu son los que toman las decisiones, pero toman las decisiones que cuenten con el beneplácito de las mujeres. Decidir es saber que las mujeres aceptarán. Se trata de un juego sutil. Con esto, las mujeres lo que hacen es imponer su poder sin tomar decisiones. No es lo mismo poder que autoridad.
La única situación en que los hombres tienen el poder juntamente con la autoridad y toman decisiones es cuando hay guerras y situaciones de desgaste social.
Hasta hace un siglo habían dos escalas de valores: la del hombre y la de la mujer. La industrialización necesitaba más mano de obra. Pero no se homogeneizó la escala de valores sino que lo femenino desapareció. Hasta entonces había una segregación de espacios. El mundo femenino desapareció. Ahora sólo queda el mundo laboral; la identidad viene en función del trabajo. Por eso la jubilación es una fuente de trastornos psíquicos, se quedan sin término de referencia de su propia identidad, han sido entrenados a trabajar hasta la jubilación.
Lo masculino detenta la autoridad. Pero lo masculino no es lo mismo que los hombres.
Hay sociedades masculinas y femeninas. Occidente se está feminizando (que no afeminando), es una sociedad más femenina. Por ejemplo se da más importancia a las relaciones que a la competitividad. Ejemplo de sociedades femeninas son la India y la Amazonía. Los hombres y mujeres son más femeninos en sociedades feminizadas. Los hombres y mujeres son más masculinos en sociedades masculinizadas.
En el s. XII se empezó a valorar lo racional en lugar de lo instintivo. Nació el románico. Después llegó la industrialización que acabó con lo femenino. Ambos, hombres y mujeres, lo sufrimos
http://josepmfericgla.org/2013/feminidad-y-virilidad-vs-feminismo-y-machismo