Publicada en el nº104
Acerca del Síndrome de Alienación Parental (SAP) y su cientificidad
Las acertadas críticas del postmodernismo en los últimos 50 años han mostrado a la psiquiatría como ciencia que, para dar cuenta de la comprensión de las patologías mentales, el paradigma empírico biomédico causal es insuficiente, y que éste debe ser complementado con las disciplinas que esta corriente ha desarrollado: pragmática del lenguaje, sociología de la ciencia, etc. Dicho de otra manera, según las corrientes más sólidas del postmodernismo: toda ciencia es un constructo, ya que no es independiente del lenguaje con el que está formulada
Pero otra cosa muy diferente es que, como sucede en el nº 102, se soslaye el paradigma empírico –que fundamenta la legitimidad de la ciencia médica- y se pretenda dilucidar la cientificidad del SAP acudiendo únicamente a la hermenéutica y la crítica textual, es decir haciendo filosofía. El peligro de enredarse en el manejo de las categorías postmodernas, como les ha sucedido a sus autores, junto con la nula fundamentación empírica de sus afirmaciones –no aportan ningún estudio de casos que las sustenten-, les ha conducido a un relativismo que poco tiene de científico y mucho de ideológico.
Aún más: para levantar su constructo negacionista del SAP han recurrido únicamente a la obra de Gardner, que acuñó el término SAP a mediados de los 80, y han ignorado las numerosas ampliaciones, correcciones y revisiones producidas los últimos quince años (en España mismo hay publicadas tesis doctorales –basadas en investigación empírica de casos, no en crítica textual postmoderna). Y no sólo eso, sino que de esa obra obsoleta han seleccionado ad hoc los pasajes que más les interesaban para que encajasen en su invectiva ideológica erigida de antemano, siguiendo así las peores prácticas de cierto deconstructivismo postestructuralista que tantos desatinos produjo las últimas décadas.
Así, leemos que se atribuye al SAP que “apela a la falsedad inherente a los niños” “este concepto es clave para definir toda denuncia como falsa” “niega el papel del progenitor designado como alienado en el propio rechazo” “la mujer es la causa principal del SAP” “la alienación se trata como crónica” y otros muchos disparates que ningún profesional competente que trabaje con el SAP incorpora a su praxis –sin aportar ninguna demostración de quien, cuando y en donde han sucedido cosas tan tremendas.
Una de las virtudes del postmodernismo ha sido la de “deconstruir” discursos que se pretendían científicos u objetivos pero que de hecho oprimían o marginaban sectores sociales. Sin embargo, en ese noble afán deconstructivista no todo vale, ni todo (especialmente la ciencia) es un simple texto que se pueda interpretar según la corrección política del momento. Entre los defectos del postmodernismo se encuentra que puede alentar un relativismo no sólo epistemológico sino también moral. La visibilización de grupos cuyos derechos se vieron marginados a veces ha alimentado una “cultura de la queja” que utiliza el victimismo como argucia para conseguir derechos especiales sin deberes, con lo cual la universalidad de los Derechos Humanos queda erosionada.
La bienintencionada preocupación por la violencia de género que aún sufren ciertas mujeres ha llevado a los autores del nº
Un posible ejemplo puede estar en la sentencia nº256/08 de
Con la moda postmoderna, las revistas universitarias de los Cultural Studies y los Gender Studies repetían que la ciencia es ideología. Ahora parece que en el nº102 de
[1] Se puede leer un desarrollo de esta argumentación en http://www.filo.cat/textos/tesinasap.pdf
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada