dimarts, 1 de juny del 2010

Recursos masculinos de creatividad y amor

Que nadie se lleve a engaño. No daré en este artículo píldoras mágicas para convertirse en príncipe si se es sapo. Y todos somos un poco sapos para alguien, porque sólo la visión ajena es la que nos hace, atractivos o repugnantes, útiles o inútiles, deseables o “descartables”. Los sapos también contribuyen a la biodiversidad y, además de tener derecho a la vida, también ocupan su lugar imprescindible en la jerarquía zoológica. Cumplen su función. Tienen su propia misión. Y…., además, siempre encuentran pareja gracias a su canto y a sus desplazamientos a la orilla de las charcas cuando abandonan su zona de seguridad en la época del apareamiento.

Tampoco expondré estrategias para ligar, ni ejercicios tántricos para estimular las relaciones sexuales que se hayan vuelto aburridas o rutinarias. Ni tampoco, de momento, como para iniciar una nueva vía de desarrollo personal y espiritual. Tal vez nos adentremos en ello más adelante a medida que vayamos avanzando etapas. Parecería lógico preguntarse entonces: ¿pero existe alguna diferencia entre recursos masculinos y recursos femeninos para ser una persona creativa y amorosa? Pues sí, porque existen cualidades típicamente masculinas y cualidades típicamente femeninas, a pesar de que la mayoría de ellas puedan ser integradas en mayor o menor medida por hombres y mujeres.

El punto esencial en común a ambos géneros es la toma de conciencia. Cuanto más consciente sea una mujer o un hombre de sus pasiones dominantes y de las virtudes que le son fáciles de practicar, más fácil le será acercarse a su potencial. Si conocemos nuestros límites y nuestras cualidades, si reconocemos nuestra vocación y nuestro destino, la vida se hace más fácil; la vida interior se desarrolla en armonía con las circunstancias externas. Basta con seguir el hilo de oro de nuestra visión y de nuestro propósito para que todo fluya como un río ininterrumpido. Y parte de este proceso de conocerse podría consistir en determinar los arquetipos que inconscientemente seguimos.

El carácter, la personalidad, puede ser tanto una jaula, una prisión, como un elemento para justificar lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. A veces se tienen dificultades de relación con algún tipo de personas y rápidamente se recurre a la incompatibilidad de caracteres. Lo cual sólo es una forma más de cristalizar la estructura del propio carácter, de dar otra vuelta a la llave que cierra la puerta de la jaula. Existen multitud de mapas para determinar el tipo de persona que somos. Uno de los más útiles, completos y eficaces es el Eneagrama, que hoy día comienza a divulgarse, porque ha salido del “armario”:a de su histórico marco esotérico y secretista. Sin embargo, son pocos los que se adentran en las figuras arquetípicas de los dioses y de los héroes griegos, a pesar de que toda la cultura occidental sigue profundamente marcada por la filosofía de la Grecia clásica. Hoy día, no obstante, parece que no debemos nada a este país y a su historia, salvo prestarle dinero a regañadientes para salvar el euro y la economía europea.

Todo el mundo ha oído hablar de Zeus, que presidía el Olimpo de los dioses y las diosas. Es un arquetipo que ha perdurado en todas las civilizaciones patriarcales hasta la actualidad. Pocos recuerdan que luchó contra su padre Cronos y, aliándose con sus hermanos Poseidón, señor del mar, y Hades, señor del mundo subterráneo, le venció y ocupó su lugar. Por eso, siempre temió que su hijo Ares, dios de la guerra, le destronase un día, además de despreciarle porque representaba su propia sombra, la imagen que no quería ver de sí mismo. Sin embargo, fue un buen padre con sus otros hijos, en especial con Dionisos, al que llevó en su propio muslo cuando murió su madre; con Artemisa, a la que concedió todo lo que necesitó para ser diosa de la caza; con Atenea, a la que concedió todos sus atributos de poder. En este y en los siguientes casos, llamo recursos masculinos creativos el aprovechar todas las cualidades positivas de este arquetipo.

Quien se halle dominado por el arquetipo de Zeus en busca de poder, puede también aprovecharse de otras cualidades olvidadas como: la rapidez en las decisiones y en la acción, la capacidad de formar alianzas, la integración de la perspectiva general y de la visión de los detalles, la facultad de sobreponerse rápidamente a las pérdidas…

El furioso Poseidón, vengativo y violento, que podía desencadenar tormentas, estaba sin embargo en contacto con sus emociones profundas –algo de lo que la mayoría de los hombres huyen-. En la profundidad de su reino marítimo también puede apreciarse el silencio y la calma, la belleza de las formas del reino submarino. Protegió a sus hijos con una lealtad inquebrantable. No será, sin embargo, muy competitivo en el mundo empresarial y difícilmente sobrellevará un matrimonio con una mujer ejecutiva. No obstante, si se alía con el arquetipo de Hermes, puede manifestar su profundidad a través de la literatura, el teatro, la poesía, el cine…

Hermes (Mercurio para los romanos) era el mensajero de los dioses. Imprevisible, ágil, fluido, alegre y amante de las ninfas. Un hombre con este arquetipo puede desenvolverse con facilidad en el mundo de la diplomacia, el comercio, los medios de comunicación… Era algo embaucador, pero cualquiera, en lugar de convertirse en un estafador o en un seductor de mujeres, podría ser un buen detective o un policía que se adelanta a la mente del malhechor. También un buen terapeuta que desentraña con su agilidad mental los laberintos del consultante. En época de depresión, aliarse con Hermes, puede rescatar al niño interior, inocente, lleno de vida y esperanza, que se entusiasma en el momento presente con un rayo de sol o el vuelo libre de una mariposa.

Apolo, su hermano, representa la cordura y la moderación, cualquier tipo de belleza y arte, lo inteligible y racional frente a lo fantástico y emotivo. Observa y actúa a distancia y brilla en un mundo patriarcal. Sabe lo que quiere y lo consigue porque se centra en su objetivo. Representa el arquetipo fraternal –se llevaba bien con Artemisa con la que compartía arco y flechas-, por lo que trabaja bien en equipo y en pie de igualdad con las mujeres. Evitador de conflictos no será alguien que desencadene guerras ni pleitos. Tal vez le vendría bien tomar algo de las cualidades de Afrodita, diosa del amor, porque en el reino de Eros se siente forastero. Prefiere matrimonios con mujeres frías y profesionales tipo Atenea. Un hombre con este arquetipo dominante haría bien en hacer sitio a Dionisos (Baco para los romanos), y poder descender de la mente al cuerpo y al corazón.

Lo dionisiaco tiene mala prensa en el mundo actual, porque conecta con la locura, la embriaguez, el éxtasis, la pérdida de control, el dolor y la muerte. En un mundo patriarcal, siempre se llevó mal este dios que estaba más cerca del reino místico y del mundo femenino. Como Hermes, parece el eterno adolescente, algo Peter Pan, que puede atraer parejas-madre que le cuiden. También puede representar un cierto carácter andrógino, de síntesis entre cualidades femeninas y masculinas. Un hombre maduro, con una personalidad bien formada, no tiene nada que perder y sí todo que ganar, dejando que Dionisos se introduzca un poco en su vida: profundidad de sentimientos y posibilidad de experiencias cumbre. Intensidad, sensualidad, espontaneidad y fusión en los encuentros amorosos. Esto es lo que pueden recibir de Dionisos. Si alguien se identifica exclusivamente con este arquetipo podría, si quiere madurar y crecer sin verse sumido continuamente en la paradoja, desarrollar cualidades de Zeus (si tiene o ha tenido un padre protector o desarrolla internamente el propio padre autoprotector ). O de Hermes (con su capacidad de sumergirse en las profundidades del mundo subterráneo y volar inmediatamente a las alturas sin quedarse emocionalmente atrapado). Y también de Apolo (con su pensamiento lineal y su claridad).

Ojalá sirvan estos ejemplos resumidos para estimular la creatividad y el amor en los nuevos hombres que quieren transformarse y, con ello, transformar el mundo que nos rodea.

Alfonso Colodrón.


IN LAK’ECH (YO SOY OTRO TÚ)

HALA KEN (TÚ ERES OTRO YO)

Muluc Uuk 189

2 comentaris:

  1. Bello post. Y más que bello, un tesoro... para como expresa una de las lineas" logremos seguir el hilo de oro de nuestra vision de nuestro propósito para que todo fluya como un rio ...." =) Un saludo desde Colombia.

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